Los niños viven en el mundo de lo simbólico y ellos saben que ese monstruo no es real, aunque sea verdad, porque verdad es el miedo a ser devorado por nuestros padres y madres. El miedo no está en los cuentos, sino en los niños, y con el cuento descubren que ese monstruo que traga sin masticar (de ahí que algunos se llamen "tragaldabas") puede ser vencido por un niño, como ellos, valiente e ingenioso, como ellos. Porque lo que vence al monstruo es la inteligencia, el ingenio, o el humor.
Por eso quien vence a otro monstruo devorador: la Cabra Montesina (que a veces adquiere el nombre de Monje Motilón o Cabra Cabresa o Cabra del Cordobán) son las cosquillas, y de nuevo no lo vence la violencia sin las cosquillas de un ser pequeño y femenino. Eso sí, los monstruos se van después de la intervención cosquillosa de la hormiga pero nunca mueren porque los monstruos son una parte de nosotros.
–Ay, abuela, ¿quién será?
–Cállate, hijo, que ya se irá.
–Que no me voy no,
que subiendo el tercer escalón estoy...
Y aquí os dejo un enlace para que escuchéis el cuento contado...
https://www.youtube.com/watch?v=lXcPfdf0E2I&t=31s
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