viernes, 18 de septiembre de 2015

El dragón que se comió el sol, y otros cuentos de la Baja Casamance

Estamos editando ya el libro de los cuentos 
que durante dos años hemos recogido en la Baja Casamance, 
en Oussouye, Djimbering y Enampore. 
Las niñas y los niños de los talleres que hicimos en la biblioteca 
durante el verano del 2014 y del 2015 
y de los colegios adonde hemos ido a escucharlos 
han sido quienes nos han contado muchos de los cuentos.






La familia de Bakary en Boucout también nos contaron un montón de cuentos

Y Joseph, en Djimbering, que tiene 100 años y sabe 100 cuentos.



También las mujeres nos contaron cuentos, 
y quisimos que  su voz estuviese en nuestro libro...






Nos lo contaron en su lengua, el diola, 
aunque hay muchos diolas: banjal, kasa, quatay, fuñi... 

Los cuentos los recogieron Idrissa, Diogo, Pepa, Rosa, Fina y yo, fundamentalmente...










De todos ellos, tradujimos, ayudados por Jean Bernard, 
nuestro bibliotecario


(a veces él también tiene problemas para aparcar...),



y Benjamin, que dirige el club hispánico en la Baja Casamance.



Bintu nos tradujo del diola Quatay.




Ellos han hecho posible que las palabras diolas tuvieran sentido para nosotras. Gracias.
Pero más gente ha hecho posible esta aventura:
Fina Hernandez, el alma, el corazón y a veces las manos de este sueño.


Pepe Santofimia, nuestro amigo, músico, 
Daniel Tornero Rojo, nuestro amigo, ilustrador. 
Sin cualquiera de ellos nada de esto habría sido posible.


Francis Peraza, que este año ha venido a hacer un documental 
sobre la biblioteca y la gente que la puebla.


 Pierre, Sunita y Nina, Tita, Chati, Queti, Mariama, 
con quienes compartimos tantas cosas.











En fin, que un sueño acaba siendo literatura 
cuando lo sueña mucha gente,
y este lo es...
Espero que también sea vuestro sueño...